Modo de preparación
Hoy les ofrezco una pizza dietética, que no necesita ser amasada, pero que no renuncia en absoluto en cuanto a sabor.
El salvado de avena es rico en fibra y muchos otros componentes beneficiosos. Son bajos en calorías pero altos en fibra y proteína. Son una rica fuente de ácidos grasos insaturados omega-3, que regulan el nivel de colesterol y ayudan a la plena absorción de la vitamina C en el organismo.
La dosis diaria recomendada es de 3 cucharadas.
Elegí hacer la pizza sin harina solo con aceitunas y mozzarella, pero puedes improvisar con el relleno a tu gusto. En este caso es pizza vegetariana.
Puse el yogur en un bol y le añadí el bicarbonato. Removí y esperé a que burbujeara.
Luego agregué sal, pimienta, aceite de oliva, salvado de avena, copos de avena, linaza molida y semillas de chía.
Lo mezclé todo con una cuchara y dejé reposar la mezcla durante 20 minutos, tiempo durante el cual calenté el horno a 200 grados.
Cubrí un molde para pizza con papel pergamino y lo cepillé con un poco de aceite. Extiendo la mezcla en una capa fina con ayuda de una cuchara y la pongo a hornear en un horno precalentado durante 15 minutos.
Luego saqué la base del horno, unté lutenica casera (o salsa de tomate) y dispuse el relleno.
Volví a meter la pizza en el horno por otros 15 minutos.
Ese tiempo fue suficiente.
Esperé un poco a que se enfríe, espolvoreé con albahaca fresca finamente picada y orégano y la corte en triángulos.
Entonces solo quedaba disfrutar de esta deliciosa y pizza dietética con masa de salvado de avena.