Modo de preparación
Triturar las galletas.
Derretir la mantequilla al baño maría y mezclarla con las galletas.
Extender la mezcla en una fuente de horno cubierta con papel de horno.
Con la ayuda de una cuchara presiona hacia abajo para que quede como una base compacta.
Usando una batidora, batir el mascarpone y la crema agria hasta obtener una consistencia cremosa. Agregar el azúcar glass, la vainilla y el jugo de limón y bate un poco más.
Verter sobre la base de galleta y nivelar bien. Cubrir con la mermelada de fresa encima.
Puedes guardar en el refrigerador.
Mientras tanto, preparar la gelatina como se indica en el paquete y cortar las fresas en rodajas finas.
Colocarlas encima de la tarta de queso y pincelar con la gelatina.
Dejar reposar toda la noche en la nevera, luego corta en porciones y sirva.
¡La tarta de queso con mascarpone y fresas es maravillosa!