Modo de preparación
Disuelva la levadura en 50 ml de agua. Tamizar la harina y agregarle la sal. Vierta la cantidad restante de agua a la levadura, agregue aceite de oliva, incorpore poco a poco la harina y amase una masa suave.
Póngala en un molde engrasado, cubra con film transparente y deje reposar que duplique su volumen durante unos 30 minutos. Luego extiéndala en el molde y déjelo reposar otros 20 minutos.
Después de que la masa haya subido nuevamente, úntela bien con aceite de oliva y haga muescas. Disponga los tomates, las aceitunas y espolvorear con las especias (albahaca y orégano). Es preferible usar hierbas frescas, pero las secas también son buena opción.
Hornea la focaccia en el horno precalentado a 180 grados durante unos 25 minutos hasta que esté bien dorada. Cuando esté lista, retírala del horno y cúbrela con papel aluminio para que se ablande del vapor.
Nota: La focaccia es un pan italiano chato, pero en mi caso aparentemente el molde me vino chico y subió mucho, la próxima vez sabré hacerlo en un molde más grande. Sin embargo, resultó muy fragante y suave.