Modo de preparación
Las costillas de cerdo se cortan primero en trozos. Luego se ponen en un recipiente hondo y se cubren con agua fría y sal.
Se dejan durante un mínimo de 4-5 horas, pero preferiblemente 24 horas. Si reposan durante 24 horas, se les cambia el agua periódicamente.
Después de remojarlas y haber soltado toda la sangre retenida, se disponen en una bandeja en la que se hornearán.
En un plato se mezclan todas las especias secas: sal, pimentón rojo, pimienta negra, las verduras secas y el azúcar. Todo se mezcla bien.
Las costillas se bañan en un poco de aceite o preferentemente manteca de cerdo. Después de eso, se enrollan por todos lados en las especias secas ya mezcladas.
Se colocan las costillas de cerdo en la sartén y se les agrega la cerveza. La bandeja se envuelve en dos capas de papel de aluminio y se coloca en el horno precalentado a 80 grados.
Así, sin aumentar los grados, las costillas de cerdo se hornean durante 6 horas.
A la sexta hora se suben los grados a 100. Pasadas otras dos horas, se quita el papel de aluminio de las costillas y se asan al grill durante 15 minutos a 150-160 grados, suficiente para conseguir un ligero bronceado.
Se sirven calientes con una cerveza fría o vino. Las costillas de cerdo asadas a fuego lento así preparadas se desprenden del hueso con un simple vistazo y se deshacen en la boca.
¡Buen provecho!