Modo de preparación
Lavar bien el calabacín y sin pelar, cortarlo en rodajas muy finas, casi traslúcidas.
Ponerlas en un bol y mezclarlas con aceite de oliva, zumo de limón y pimienta negra (aún no les echamos sal, para que no se ablanden).
Disponer las rodajas en una sola capa en un plato grande y encima corta el ajo en rodajas finas y el queso parmesano en escamas.
Espolvorear con los piñones y las especias secas. Salar justo antes de servir.
Este carpaccio es extremadamente fresco y muy ligero.
Me sorprendió su sabor y sutil elegancia.
Pruebe y sirva a sus invitados más exigentes para impresionarlos.
¡Buen provecho y suerte!
* Sería difícil cortar a mano los calabacines en círculos tan finos, por lo que es bueno conseguir un dispositivo/rebanador especial para esto.
El carpaccio de calabacín está listo.