Modo de preparación
Los platos clásicos y los sabores nunca pasan de moda y son portadores de muchos recuerdos y sonrisas de la infancia.
Con la llegada de la primavera, la naturaleza nos regala generosamente sus dones, y no podemos dejar de aprovecharla como hacían nuestras abuelas.
Las ortigas son una de esas verduras de hoja preciadas que abundan esta temporada, por lo que son las protagonistas de este guiso de la abuela.
Se preescalda en agua hirviendo durante 1 a 2 minutos. Retirar y trocear, quitando los tallos.
Las cebollas, los tomates y el apio se muelen o se pican finamente. Se fríen en el aceite y luego se añaden los pimientos, troceados un poco más grandes.
Pasados unos 3-4 minutos, añadimos la ortiga, el pimiento rojo y, si se desea, dos cucharadas de puré de tomate concentrado (solo lo añadimos si nuestros tomates no están muy maduros y jugosos).
Mezclar todo brevemente, añadir las patatas, cortadas en trozos grandes, así como las ciruelas pasas.
Echar sal al delicioso guiso de patatas, poner unos 2 litros de agua y cocinar a fuego moderado durante 25-30 minutos o hasta que las patatas estén cocidas.
Si las propias patatas no han soltado almidón para espesar el guiso, se puede añadir una cucharada de harina disuelta en un poco de agua. Se deja cocinar por otros 10 minutos y listo.
El guiso de ortigas se sirve caliente preferiblemente con buen pan de campo casero.
¡Buen provecho!