Modo de preparación
Cocer las patatas en agua con sal y, aún templadas, triturarlas junto con sal, pimienta y aceite. Déjalas enfriar y casca el huevo sobre ellas. Agregue la harina en partes, amasando una masa medianamente suave.
En un bol, triture el queso de vaca y mézclelo con la ricotta.
Tome bolitas de la masa, aplánalas con las palmas de las manos y ponga el queso en el medio, luego cierra con cuidado y forma una bolita. Para evitar que se pegue, espolvorea harina de vez en cuando.
Coloque los knödels en una olla de agua hirviendo con sal a fuego alto. Tan pronto como floten en la superficie, reduzca el fuego y déjelos hervir a fuego lento durante otros 2 minutos. Retire y deje escurrir y enfriar un poco.
En una sartén con un poco de aceite, sofríe la sémola un rato hasta que tome un color dorado muy claro. Remuévelo todo el tiempo porque se quemaría fácilmente en el fondo, y es importante que se dore uniformemente. Extiéndala sobre papel de aluminio y pasa generosamente cada bola de manera que la sémola se pegue bien.
Prepara la salsa picando finamente la cebolla, el apio y la zanahoria y friéndolos en aceite de oliva. Cocínalas durante unos 8 minutos a fuego medio, tiempo durante el cual pela y corta los tomates en trozos pequeños y agrégalos a las otras verduras. Pasados unos minutos, añade el concentrado de tomate y sazona con sal y especias secas. Cocine durante 10 minutos a fuego lento con la tapa puesta.
Opcionalmente, puedes triturar la salsa para que quede más fina.
Retira del fuego y termina la salsa espolvoreando con el perejil recién picado.
Sirva los knödels con la deliciosa salsa napolitana.
¡Buen provecho!