Modo de preparación
Activar la levadura en el agua junto con el azúcar y dos cucharadas de harina.
Tamizar la harina en un bol y hacer un hueco en el que verter la sal, la clara de huevo, el aceite, el yogur a temperatura ambiente y por último la levadura espumada.
Si quieres que tu pan simit sea más dulce, agrega un poco más de azúcar.
Lo hago con un sabor neutro, ni salado ni dulce.
Amasar una masa suave y bien hidratada, añadiendo harina hasta que deje de pegarse, pero también con cuidado de que la masa no se endurezca.
Dejar leudar en el bol hasta que duplique su volumen, envuelta en una toalla limpia o film transparente.
Amasar nuevamente la masa, incorporando la mantequilla y tirando y estirando hasta formar hilos. Dar forma también ayudará con este objetivo.
Al volver a amasar, vuelvo a espolvorear harina o aceite sobre la mesada para que no se pegue, ya que me gusta dejar la masa más blanda - hace que el pan quede más esponjosa.
Para formar el pan turco, divide la masa en 6 partes. Toma el primero y vuelve a dividirlo en dos, estirando una mecha de cada pieza. Gira las dos mechas y atorníllalas en forma de caracol. Haz lo mismo con los demás y engrasa tus palmas con mantequilla derretida, que no solo evitará que se pegue, sino que también ayudará a separar los hilos en la masa.
Disponer en un molde de 23 cm engrasado o pergamino y dejar leudar de nuevo durante aproximadamente 1 hora o hasta que se hinche. Depende del calor de la habitación.
Pintar el pan simit con la yema de huevo batida, diluida con un poco de grasa y agua (unas gotas)
Espolvorear generosamente con semillas de sésamo.
Hornear el pan esponjoso durante 25-30 minutos o hasta que esté dorado (en horno precalentado a 180 grados).
¡Buen provecho!