Modo de preparación
Ponemos unos 650-700 ml de agua con 1 cucharada de sal en una olla y llevamos a ebullición.
Mezclamos la carne picada con pimienta negra, comino, tomillo y un huevo. Agregamos harina de trigo integral hasta obtener una mezcla suave y pegajosa. De la mezcla formamos albóndigas medianas (con estas proporciones se obtuvieron 10 piezas), que rebozamos en harina integral.
Echamos las albóndigas en el agua hirviendo y se quedan allí hasta que estén cocidas.
Ponemos la harina blanca en un recipiente seco en una estufa caliente. Revolvemos constantemente para que no se pegue y hasta que se dore ligeramente. Después de que esté tostada y aún caliente, mezclamos con el yogur. Se debe obtener una pasta espesa y suave. Añadimos el caldo de las albóndigas en un chorro fino. El objetivo es obtener una mezcla delgada que sea más fácil de agregar al caldo restante.
Sacamos las albóndigas preparadas y volvemos a poner el caldo restante en la estufa hasta que hierva. Agregamos la mezcla fina de harina en un chorro fino y revolviendo continuamente con un batidor de alambre. Si la mezcla es demasiado espesa, agregamos agua caliente mientras removemos continuamente hasta obtener el espesor deseado. El resultado final se parece a una crema casera espesa.
Después de que la salsa de harina esté lista, agregamos las albóndigas. Cocinamos durante unos 6-7 minutos a fuego lento, con cuidado de no quemar la salsa.
Batimos el otro huevo, que debe estar a temperatura ambiente, con el jugo de limón y sal al gusto. Agregamos en chorro fino al fricasé. Mezclamos bien y dejamos durante 2 minutos a fuego muy bajo.
Apagamos la estufa y dejamos por otros 2 minutos.