Modo de preparación
Mezclar la leche y el agua. Calentarlas un poco y disolver en ellas la levadura y el azúcar.
Cubrir el recipiente con un paño y dejarlo durante 10 minutos hasta que se active la levadura.
Tamizar 300 g de la harina en un bol y agregar la sal. Remover y hacer un hueco en el medio.
Agregar la mezcla de levadura y el aceite y mezclar.
Tamizar la harina restante en la superficie de trabajo y amasar la masa. No agregues más harina.
Aceitar un bol y poner la masa dentro. Cubrir con un paño limpio o film transparente y dejar leudar hasta que duplique su volumen.
Una vez que la masa esté lista, amasar sobre una superficie ligeramente enharinada lo suficiente para sacar el aire.
En una hoja de papel de hornear, enrolle la masa en un círculo. Transfiérela junto con el papel a una bandeja. Con los dedos, forma un borde a dos centímetros del final.
Nuevamente, use sus dedos para dar forma a las líneas internas, primero en una dirección y luego en la otra. El objetivo es obtener algo como una cuadrícula. También puedes usar el cortador de pizza, tratando de no cortar del todo.
Dejar leudar nuevamente por 20 minutos.
Mezclar 1 yema de huevo con media cucharada de aceite, yogur y leche. Untar el pan turco con esta mezcla. Espolvorear con semillas de sésamo blanco y negro.
Hornear el pan plano a 200 grados durante 20 minutos hasta que adquiera un bonito color dorado.
¡Buen provecho con este excepcionalmente delicioso pan plano turco de sésamo!