Modo de preparación
Corta las tapas de los tomates y saca el interior con una cuchara.
Reserva 140 gramos para la vinagreta, y el resto lo puedes utilizar para un buen gazpacho fresco, salsa de tomate o para otro plato.
En lugar de 6 tomates más grandes, también puedes elegir unos más pequeños, pero en mayor número. En este caso he elegido los tomates Raf, que son muy monos, tienen un color interesante y un sabor y aroma maravillosos.
Voltee los tomates para escurrirlos.
Vierta el interior scacado en una licuadora y agregue aceite de oliva, vinagre, miel, orégano, sal y pimienta. Triture por pocos segundos a velocidad media para que se obtenga una mezcla uniforme.
Agrega las semillas de chía y las pipas de calabaza a la vinagreta y mezcla bien. Déjalo reposar durante 15 minutos para que las semillas de chía se hinchen.
Arranca 6 hojas de endivia o lechuga tierna y lávalas y escúrrelas bien. Disponga en platos o en una bandeja como barcos.
Pon una cucharada de vinagreta en cada uno y coloca encima un tomate con el agujero hacia arriba.
Vierta nuevamente la vinagreta en la cavidad de cada tomate y rellene con trozos de mozzarella de manera que sobresalgan.
Vuelve a rociar los tomates rellenos con la vinagreta y sirve el aperitivo frío cubriendo cada tomate con su tapa.
¡Buen provecho con los tomates rellenos con mozzarella y vinagreta de chía y pipas de calabaza!