Modo de preparación
Me encanta la albahaca y la uso mucho, ya sea en sopas, pastas, ensaladas.
Este año planté 2 macetas de albahaca grandes y, para mi sorpresa, no puedo presumir de que cultivar flores y hierbas sea mi fuerte. Verde intenso con hojas grandes y frescas.
Desafortunadamente, descubrí que tiene un año y no hay forma de retenerlo.
Así que busqué recetas italianas para descubrir cómo conservar la albahaca para el invierno y las encontré.
La receta, si es que se le puede llamar receta, es sencilla y básica.
Se seleccionan hojas de albahaca grandes, no duras, las mejores de la planta.
Lávelas suavemente bajo el chorro del grifo con agua fría.
Se escurren a través de un colador y luego se colocan sobre papel de cocina, cubriéndolas por encima para que se absorba completamente el agua. Están ligeramente presionados.
Una vez bien secos, se colocan en el fondo de un frasco esterilizado de 200 ml, por ejemplo. La esterilización se realiza lavando bien los frascos, colocándolos en un horno y calentándolos a 100-120 grados hasta que se sequen.
Se sacan, se enfrían a temperatura ambiente y se rellenan con las hojas verdes.
Espolvorea generosamente con sal gruesa por encima y vierte aceite de oliva virgen extra. No debe haber burbujas de aire. Se pone la tapa, se gira y se deja en un lugar más oscuro y fresco.
De esta forma sencilla se conserva la albahaca fresca para el invierno durante unos 5 meses.