Modo de preparación
En un bol vertemos toda la leche junto con la levadura, una cucharada de azúcar y una cucharada de harina.
Mezclamos bien hasta obtener una mezcla uniforme. Cubrimos y dejamos reposar durante unos 10-20 minutos.
En otro bol batimos las yemas con el resto del azúcar, la vainilla y la piel de limón rallada.
Agregamos la mantequilla derretida poco a poco. Removemos y mezclamos con la harina tamizada.
Amasamos una masa suave, formamos una bola y dejamos reposar en un lugar cálido.
Una vez que haya duplicado su tamaño, la dividimos en dos bolas y enrollamos cada una hasta formar una hoja rectangular.
Untamos la masa con mantequilla y escolvoreamos con azúcar y canela. Enrollamos y coramos las caracolas.
Las disponemos en una bandeja forrada con papel de hornear y dejamos leudar de nuevo.
Cuando dupliquen su volumen, pincelamos los bollos con clara de huevo y ponemos a hornear a 180 grados durante 30 minutos.
Un truco para que las caracolas queden esponjosas y suaves: colocamos un recipente refrectario con agua en el horno para generar vapor.
Las caracolas de brioche están listas para el desayuno. ¡Buen provecho!