Modo de preparación
Desmenuza la levadura en la leche y revuelve bien para que se disuelva, junto con una pizca de azúcar. No es necesario esperar a que burbujee.
Agrega el requesón, el aceite, la vainilla, el azúcar y una pizca de sal y mezcla muy bien.
Amase durante 10 minutos, agregando harina poco a poco, hasta lograr elasticidad y suavidad.
Deja reposar durante 1 hora en una habitación cálida, luego amasa nuevamente durante 2-3 minutos y divide la masa en 9 partes iguales.
Forma bolitas y déjalas reposar 15 minutos para que se relajen. Es bueno tapar con un paño húmedo para que no se sequen por encima, aunque la masa esté grasosa.
Aplana cada bola y coloca 3-4 trozos de chocolate en el medio, luego cierra y sella bien.
Se obtienen así 9 bollitos redondos, que se colocan a una distancia de 2 cm entre sí en una bandeja de horno engrasada o forrada con papel pergamino.
Cepille los pancitos dulces con agua y déjelos reposar nuevamente durante 1 hora o hasta que dupliquen su tamaño.
Precalienta el horno a 200 grados y vuelve a untar los panes inflados con agua. Hazlo con un cepillo de silicona sin presionar.
Tan pronto como los metas en el horno, reduce inmediatamente la temperatura a 180 grados y hornea por unos 20-25 minutos o hasta que estén dorados.
Mientras estén caliente, unte generosamente con mantequilla.
Espere a que los bollitos de requesón y chocolate absorban la mantequilla y se enfríen casi por completo antes de servir.
¡Buen provecho!