Modo de preparación
Lavamos el costillar de cerdo y lo cortamos en costillas.
Las ponemos en un recipiente con tapa y frotamos con comino molido, pimienta negra, pimentón dulce, ajo prensado, salsa teriyaki, salsa worcestershire, miel, vino blanco y aceite.
Mezclamos bien para distrubuir el adobo uniformemente.
Tapamos el recipiente y guardamos en la nevera durante la noche. Si las costillas se dejan en adobo por más tiempo - aún mejor.
Ensendemos la parrilla y engrasamos con un trozo de tocino.
Asamos las costillas adobadas por ambos lados hasta que queden bien doradas. Mientras se asan, pincelamos la carne con el adobo que ha quedado en el fondo del recipiente.
Servimos las costillas de cerdo calientes con una ensalada de temporada y una caña de cerveza bien fría.
Las costillas de cerdo adobadas y asadas a la parrilla quedan muy ricas.