Modo de preparación
Lavar y escurrir bien las espinacas, luego ponerlas en una batidora con los huevos y la leche.
Triture hasta que quede suave.
Transfiera la mezcla de espinacas resultante a un recipiente hondo y agregue el yogur mezclado con un poco de bicarbonato.
Agrega también la sal, la harina y finalmente el aceite.
Utilicé harina integral de espelta, pero puedes sustituirla por harina de repostería, según tu gusto y preferencia.
La cantidad de harina es aproximada porque cada harina es diferente. La mezcla que se debe obtener tiene la consistencia de masa de crepes, así que agrega la harina en porciones, mezcla y solo luego agrega nuevamente.
Calienta una sartén antiadherente, úntala con unas gotas de aceite y prepara los crepes, cocinándolos durante aproximadamente un minuto y medio por cada lado.
Con esta cantidad hice 10 crepes de espinacas.
Coloca los crepes preparados uno encima del otro en un plato y déjalos enfriar por completo.
Prepara el relleno mezclando el queso crema, la ricota (puedes reemplazarla con requesón fino y cremoso) y la crema agria en un bol. Revuelva hasta que quede suave y luego agregue las especias.
Le pongo sal al gusto, una cucharada pequeña de ajo de miel y un diente de ajo prensado.
Para formar el rollo, coloque una hoja larga de film transparente sobre la superficie de trabajo.
Usé 6 de los crepes para hacer el rollo.
Unto cada uno con una cucharada completa de crema.
Dispuse los crepes sobre el film transparente, superponiéndolos. Mira la foto.
Luego los enrollé y lo envolví con papel de aluminio.
Puse el rollo de crepes en el frigorífico durante unas horas (4 horas en mi caso, pero podrían ser más), luego le quité el film transparente y lo corté en trozos.
Un maravilloso rollo salado de crepes para servir como aperitivo frío con una copa de vino blanco.
¡Buen provecho!