Modo de preparación
En una sartén, caliente brevemente 3-4 cucharadas de aceite de oliva, añada las espinacas blanqueadas, una pizca de sal y una pizca de pimienta.
Tape la sartén y cocine a fuego lento hasta que el agua de las espinacas se evapore (unos 10 minutos). Retire la olla del fuego y deje enfriar.
Rompa los huevos en un bol, bátalos ligeramente con un tenedor, vierta el aceite de girasol y la leche en un hilo fino.
Tamizar la harina con el polvo de hornear. Añádela en porciones a la mezcla líquida.
Agregue el queso desmenuzado y las espinacas enfriadas, sazone con una pizca de piel de limón rallada y una pizca de perejil fresco finamente picado.
Homogeneizar bien los productos. Forre un molde oblongo para pastel con un trozo de papel para hornear.
Vierta la mezcla de bizcocho salado.
Hornea el pastel salado de espinacas a 180°C en horno precalentado durante unos 40 minutos.
¡Enfríe el bizcocho de espinacas horneado en una rejilla y disfrute!