Modo de preparación
Horno - 180 grados;
Fuente apta para hornear: 30x25 cm, engrasada con aceite.
Cortar las patatas con un rallador de mandolina. Se colocan en un recipiente con agua fría para que la piel de las patatas no se oscurezca. Se escurren antes de poner en la fuente.
El calabacín se corta en rodajas de unos 3 mm.
También se pasa la cabeza de cebolla por el rallador.
Los tomates cherry se cortan por la mitad. Las especias verdes se trocean finamnete.
Primero se empieza por disponer las patatas en el molde, superpuestas unas a otras, seguido de una capa de calabacines sin superponer, pero con las rodajas una al lado de la otra, seguido de cebollas cortadas en rodajas, separando sus capas individuales. Se ponen también la mitad de los tomates.
Sazone con sal, pimienta, la mitad de las especias verdes y la mitad del parmesano rallado.
Le toca el turno al arroz, que se esparce por encima absolutamente crudo, teniendo en cuenta que este tipo de arroz no debe lavar previamente.
Por encima se esparcen el resto de los tomates y patatas, cebollas, calabacines, especias verdes, sal, pimienta negra y así hasta terminar los productos.
Echa un chorrito de aceite de oliva y reparta el parmesano y el pan rallado sobre la parmigiana. Se vierte agua por un lado para no quitar las especias. Si es necesario y según criterio se puede añadir un poco más de agua hacia el final de la cocción, no más de 50 ml.
Hornee a 180-200 grados durante unos 60 minutos.
La Parmigiana de calabacín se sirve fría y adornada con unas hojas de albahaca.