Modo de preparación
Limpiamos las cabezas enteras de col y recortamos los corazones duros. El modo más fácil de hacer esto es: haciendo 4 cortes (en forma de cuadrado) en profundidad alrededor del corazón. Los cortes deben realizarse con una ligera inclinación para que se unan en la parte donde llega la punta del cuchillo. Así fácilmente podemos extraer esta parte dura en el medio. Por supuesto, cada uno puede hacerlo de la manera que más fácil le parezca. Una vez que se haya eliminado la parte fibrosa y dura del repollo, rellenamos el hueco con sal marina (2-3 cucharadas por cabeza)
Colocamos los repollos/coles en el bidón, lo suficientemente grande para que quepan las 12 cabezas (se puede hacer menos cantidad y en un recipiente más pequeño) Las cabezas deben estar bien apretadas y con los huecos para arriba. No deben quedar espacios vacíos, por lo tanto, partimos una o dos de las coles en cuartos y acomodamos los trozos en los huecos vacíos.
Cubrimos con agua abundante mezclada con sal marina (diluida) de manera que el liquido cubra bien los repollos.
La proporción de agua/sal es 1 cucharada de sal por 1 litro d agua. Finalmente, ponemos un peso por encima para mantener la col apretadita y que no flote. Yo utilizo un plato grande y encima una piedra.
Dejamos reposar durante 10 días y luego comenzamos a remover el agua para que no se vuelva turbia y mala. Esto se hace con una manguera fina que debe introducirse en el liquido y con la boca metemos aire para que se formen burbujas. Otra opción es sacar todo el liquido a través del grifo (si el bidón lo tiene) y luego volver a echarlo dentro.
Yo he comprobado con los años que si no se realiza este proceso, tampoco hay problema y el repollo fermenta igual de bien.
El tiempo que se necesita para la fermentación depende de la temperatura, si hace calor, el proceso es más corto, pero en invierno es un poco más largo.
Una vez lista la col, podemos utilizarla para preparar deliciosos platos con chucrut.
