Modo de preparación
Vertemos la leche en una olla grande y calentamos al fuego medio/bajo hasta que llegue los 36-38 grados.
Lo mejor es medir la temperatura con un termómetro de cocina, pero si no tenemos uno, comprobamos con el dedo pequeño - si sentimos que la leche está tibia, pero no quema, es la temperatura ideal.
Apartamos la olla del fuego.
Echamos el cuajo en la leche - 18 gotas por 3 litros de leche son suficientes, pero también dependerá de la marca y fabricante, así que lee las instrucciones donde esta indicado exactamente qué cantidad de cuajo necesitarás para los 3 litros de leche de oveja.
Removemos muy bien y tapamos la olla. Es aconsejable ponerle encima una manta calentita para que se mantenga la temperatura. Así debe reposar durante 3 horas.
Pasado este tiempo, vertemos la leche cuajada en una gasa limpia para escurrir el suero.
Una vez que haya dejado de gotear, podemos poner en molde para queso o atar fuertemente tal y como está en la misma gasa, luego colgar hasta el día siguiente.
A continuación, sacamos el queso y ya podemos degustar y disfrutarlo. Si preferimos que sea salado, o queremos almacenar para más tiempo, entonces preparamos una salmuera y guardamos el queso en un recipiente cerrado, cubierto por la salmuera.
Así puede aguantar durante meses, incluso sin estar en la nevera.
La salmuera se prepara con 6 litros de agua y 1 kg de sal marina.
¡El queso blanco de oveja casero es riquísimo!