Modo de preparación
Las variedades de patatas con menos almidón se utilizan para este tipo de tratamiento térmico.
Estas variedades son aptas tanto para patatas fritas, horneadas o chips crujiente. Lava y pela las patatas.
Córtalas en rodajas o palitos de grosor medio. En una cacerola con agua hirviendo, agregue sal y blanquee las papas durante 4 minutos. Retírelas del agua déjelas escurrir.
De la chapata o ciabatta seca preparo pan rallado, que es un poco más grueso que el pan rallado normal y, por lo tanto, es muy adecuado para estas patatas asadas.
Mezcle los ingredientes secos en un tazón, revolviendo bien. Una opción muy conveniente es poner las patatas enfriadas y escurridas en una bolsa para hornear o bolsa de plástico.
Verter aceite de oliva, agitar la bolsa y las patatas habrán absorbido la grasa. Así todas las especias aromáticas añadidas a la bolsa se les pegarán. Agitar la bolsa de nuevo para asegurarte que las especias están distribuidas uniformemente.
En una fuente poco profunda (la del horno), coloque las patatas en una capa sin que se superpongan. Coloque el ramillete de romero en el medio y hornea las patatas en el horno precalentado a 200 grados durante 15 minutos. Luego sacarlas y verter un poco de mantequilla derretida sobre ellas.
Hornee hasta obtener una buena costra dorada y crujiente.
Está claro para todos que la bebida con la que se sirven estas patatas es la cerveza ;)
Consejo: si no te gusta el ajo, no lo pongas. En mi casa a nadie le gusta el aroma de romero, que yo adoro. La solución es poner un ramillete entero en el medio para que su aroma no domine.
Las patatas al horno picantes y crujientes están listas.