Modo de preparación
En un recipiente hondo, mezclar toda la sal con el agua y revolver con la mano hasta que esté bien humedecida.
Forrar una bandeja de horno con papel de hornear y esparcir una capa de sal en el fondo (la capa de sal debe tener y grosor de 1 cm y medio). No es necesario cubrir toda la superficie de la bandeja, sino solo lo suficiente para poner encima los pescados.
Limpiar las doradas, partiendo los vientres y sacando las vísceras y entrañas. Lavar muy bien bajo el chorro del grifo con agua fría, luego secar con papel de cocina.
Colocar el pescado sobre la cama de sal y cubrir con el resto, asegurándose que la capa quede uniforme. Presionar con las manos.
Puedes dejar las colas descubiertas así como parte de la cabeza de al menos una de las doradas para que se vea el ojo. El ojo del pescado crudo es oscuro, casi negro, y en el bien cocinado es blanco con un ligero matiz amarillo. Como el pescado está completamente cubierto de sal, está será una guía para ver cuando está listo.
Hornear las doradas a 200 grados con calor arriba y abajo y con ventilador. Para las doradas de 400 gramos, el tiempo de horneado con este método es de 20 minutos, pero si las tuyas son más pequeñas o más grandes, entonces sigue el color del ojo que dejaste descubierto.
Una vez sacado del horno, dejar reposar unos 4-5 minutos, luego con un martillo de cocina u otro utensilio adecuado empezar a golpear la costra de sal endurecida hasta que se agriete bien.
Retire toda la sal de los pescados horneados, con cuidado de no dañar la piel de las doradas, ya que se cae con mucha facilidad. Por último, cepillarlas con un cepillo de cocina para eliminar los restos de sal.
Servir inmediatamente en compañía de una rodaja de limón y ensalada fresca.
Esta es una forma muy sana y fácil de cocinar este pescado porque no se utilizan grasas ni aditivos. La dorada se vuelve increíblemente tierna y tiene un sabor natural porque ha conservado todos su jugos y aromas.
¡La dorada a la sal es simplemente maravillosa!