Modo de preparación
El pesto de verdolaga es una gran alternativa al pesto de albahaca Genovese para cuando queremos diversificar nuestro menú diario. Además, gracias a la verdolaga, nos enriqueceremos con sustancias valiosas para nuestro cuerpo.
Aunque en nuestro país esta planta es considerada una mala hierba, ocupa un lugar de honor en la mesa de varios países y sus cualidades son muy valoradas.
La verdolaga contiene 7 veces más vitamina C que los cítricos. También es rica en vitamina A, vitaminas B y muchos minerales.
Así es como se usa para hacer pesto:
Lavarla bien y arrancarle las puntas tiernas y las hojas, quitando los tallos más gruesos, ya que son un poco duros.
Poner la verdolaga en el vaso de la batidora y añadir la albahaca lavada y bien escurrida (a veces también añado una ramita de perejil para un sabor más fresco).
Añadir el ajo, el queso curado machacado o rallado (parmesano u otro parecido), el zumo de limón y el aceite de oliva.
Antes de moler el pesto, tueste ligeramente las nueces y las pipas de girasol para que liberen su aroma. En ningún caso no los cocine demasiado. Después de que se enfríen, póngalos con todo lo demás.
Triturar en pocas revoluciones, es bueno que queden pedacitos pequeños, y no quede una pasta muy fina.
Si lo desea, puede sazonar el pesto con un poco de sal, diluirlo con aceite de oliva o jugo de limón (depende del uso que le vaya a dar).
Es genial para ensaladas, pasta, bruschettas.
¡Disfrute de su comida!
