Modo de preparación
Disolver la levadura en la leche tibia y añadir 1 cdta de azúcar y 3 cucharadas de harina. Dejar reposar en un lugar cálido durante 20 minutos, cubriendo el recipiente con una toalla.
Agregar 1 cucharadita de bicarbonato en el yogur, batir hasta que esté espumoso y agregar a la levadura preparada. Mezclar bien e incorporar 200 ml de agua tibia, 40 g de aceite y 1 cucharada de sal
Tamizar la harina y ponerla poco a poco a la mezcla preparada, removiendo todo el tiempo hasta que se forme una masa.
Enharinar la encimera y transferir la masa sobre ella. Amasar una masa blanda, trasladarla a un bol engrasado y tapar con film transparente. Dejar que suba en un lugar cálido durante unos 90 minutos.
Dividir la masa leudada en 17 bolas, amasando cada una de ellas durante un rato una vez más.
Colocar las bolas en una bandeja plana cubierta con papel de horno, cubrir durante 20 minutos con un paño para que suban nuevamente.
Derretir mantequilla y pincelar cada bolita. En un tazón pequeño, bata 2 cucharaditas de yogur, asegurándote de que esté batido hasta que quede suave. Untar cada bollo con la ayuda de un cepillo de silicona.
Precalentar el horno a 180 grados y hornear durante unos 30-40 minutos hasta que estén dorados. Dejar que nuestros pequeños panes esponjosos se enfríen en una rejilla para que no se no se humedezcan por debajo.
Los panecillos se vuelven muy suaves por dentro y crujientes por fuera. También se pueden usar para panes de hamburguesa.
Si quieres, puedes espolvorear con semillas de sésamo u otras semillas antes de hornear los panecillos crujientes por fuera y suaves por dentro.