Modo de preparación
El pato salvaje se saca del congelador desde el día anterior, para descongelar bien (en caso de que está congelado).
Puede dejarlo a temperatura ambiente sin preocupaciones.
Una vez que esté descongelado y tierno, corte el exceso de piel, salpimiente abundantemente por dentro y frótelo con la mezcla de especias.
En la cavidad abdominal ponga cebolla picada y 4 dientes de ajo y la manzana troceada.
Vierta 3 cucharadas de aceite de oliva (o aceite de girasol) alrededor de ellos, espolvoree con romero, luego regrese al refrigerador por unas horas con este adobo.
Mientras el pato se marina, pele y pique las patatas, las zanahorias y las cebollas por la mitad. Luego reparte las patatas y las zanahorias y la otra cebolla en la bandeja, como una cama de verduras.
Espolvorea las verduras con sal y pimienta, coloca hojas de laurel sobre ellas.
Rocie con dos cucharadas de aceite y coloque encima el pato entero.
¡Ase el pato con la pechuga hacia abajo para que no se reseque! Como la carne del pato salvaje no es muy grasosa, se necesita un poco de aceite, o si no queda suficiente adobo, vierta 100-150 ml de agua debajo del pato.
Cubra la fuente para hornear con papel de aluminio y luego colóquela en el horno, que no está precalentado pero se enciende cuando coloca la bandeja en la rejilla. Hornea durante unos 20 minutos a fuego lento y luego a fuego alto.
Después de una hora, voltee el pato sobre su espalda y cocine por otra hora. Luego retire el papel aluminio y ase las verduras y la carne juntas durante unos 20 minutos, hasta que estén bien doradas.
El pato salvaje a la húngara se sirve con verduras asadas y col estofada (opcional), que hemos cocinado aparte y no junto con el pato.
¡Buen provecho con este pato asado jugoso!
Temperatura de horneado: 170ºC con ventilador.
Modo asado: horneado inferior y superior.
¡Disfrute de su comida!