Modo de preparación
Desmenuzar la levadura en el agua ligeramente tibia junto con el azúcar. Remover y dejar activar, cubriendo el bol con un paño limpio.
Calentar un poco la leche a temperatura corporal y mezclar con la mantequilla y la manteca de cerdo (derretida pero no caliente).
Tamizar la harina en un bol, mezclar con la sal y hacer un hueco en el medio. Vierta en ella la levadura espumada y la leche con la grasa.
Amasar la masa, añadiendo un poco de harina si es necesario, hasta que deje de pegarse a los dedos. Transferir a la encimera de la cocina y amasar hasta que quede suave y elástica. Engrasa tus manos para que sea más fácil.
Preparar una bandeja con un diámetro de 22-24 cm de diámetro y engrasar bien el fondo y los lados. Extienda la masa uniformemente y desmenuce la mitad del queso encima. Dobla los extremos hacia adentro y júntalos para formar un pan redondo. Extiéndelo nuevamente en la sartén presionando con los dedos y repite el proceso agregando el queso restante. Aplanar ligeramente la bola de masa recién formada y dejarla reposar en la sartén hasta que duplique su volumen, durante aproximadamente 1 hora y 30 minutos (dependiendo de la temperatura de la habitación).
Batir el huevo con una pizca de sal, el aceite y el agua.
Pinchar la superficie del tutmanik haciendo agujeros con un tenedor, no muy profundos. Pinchar despacio y con cuidado, porque con una presión fuerte y brusca la masa caerá, este momento es un poco delicado.
Untar abundantemente o cubrir el tutmanik con la cobertura y meter en un horno precalentado a 185 grados sin ventilador. Hornear durante unos 40 minutos o hasta que esté bien dorado.
¡Buen provecho!