Modo de preparación
Disolver la levadura en la leche ligeramente tibia junto con una cucharada de azúcar. Tapar y dejar activar durante 7-8 minutos.
Tamizar la harina en un bol y hacer un hueco en el que se vierten los huevos previamente batidos (sin 1 de las yemas) con el azúcar y una pizca de sal. Poner el aceite y un poco de manteca, la levadura activada, la ralladura de los cítricos y el licor de cereza.
Amasar una masa tersa, suave pero no pegajosa. Esto lleva tiempo porque al principio queda demasiado pegajoso, pero se espolvorea un poco de harina y la grasa derretida sucesivamente hasta terminar y se amasa con movimientos rápidos y seguros; poco a poco la masa quedará bonita, esponjosa, elástica y no pegajosa.
Cubrir con un paño y dejar reposar en un lugar cálido durante 2 horas, luego revolver brevemente.
Dividir en 3 partes iguales y estirar cada una hasta formar una mecha que puedes girar y torcer ligeramente. Trenzar sin apretar y unir los extremos también formando una corona.
En el medio de un molde de 28 cm de diámetro, cubierto con papel de horno, colocar un vaso o bol refractario, colocar la trenza a su alrededor y dejar que vuelva a duplicar su volumen durante 1 hora aproximadamente en un lugar cálido.
Pincelar con la yema reservada y espolvorear con azúcar mojado en el licor de cereza. Pinchar las cerezas lavadas y deshuesadas y hornear a 160 grados durante unos 35 minutos.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
¡Buen provecho!