Modo de preparación
Lavamos y limpiamos los higaditos de pollo. Los partimos en dos.
Mezclamos el bicarbonato con agua fría en un bol y remojamos los hígados durante unos 30 minutos. Los sacamos y los dejamos en un colador para que escurran bien.
Preparamos la marinada con jugo de limón exprimido, sal, grasa vegetal, pimienta negra y cayena. Las dejamos reposar en esta mezcla durante 2 horas.
Para el empanado batimos bien las claras y la mostaza. Agregamos sal al gusto y la cerveza con gas (es preferible la cerveza light).
Espesamos poco a poco con harina de maíz. La consistencia de la mezcla debe ser más espesa que la masa para panqueques.
Ya estamos listos para empanizar, así que sacamos los hígados de la marinada y los secamos muy bien. Para ello utilizo un paño de algodón.
Preparamos tres platos. En el primero ponemos harina para rebozar. Echamos la mezcla de empanado en el segundo plato y mezclamos el pan rallado y las semillas de sésamo en el tercer plato o tazón.
El pan rallado molido casero es el más delicioso.
Primero pasamos cada pieza por la harina, luego la sumergimos en el empanizado y finalmente en el pan rallado con sésamo.
Freímos hasta que estén dorados en el aceite caliente, al que le hemos añadido mantequilla, eso es para darles más buen sabor.
Escurrimos los higaditos de pollo empanados sobre una rejilla o papel de cocina para que absorban el exceso de grasa.
Puedes combinarlos con ajo, salsa de mayonesa o patatas salteadas con mantequilla y estragón.
Sin embargo, una cerveza fría es imprescindible porque son el aperitivo de cerveza perfecto.
¡Saludos y Buen provecho!