Modo de preparación
Horno 200 grados;
Una fuente de hierro fundido o una fuente de hornear;
Papel de horno del diámetro del molde.
Las patatas se limpian, se lavan y se secan inmediatamente. No se sumergen en agua para conservar el almidón, necesario para que se peguen mejor entre sí durante la cocción en el horno.
Con un cuchillo adecuado o un rallador de mandolina, en el que se puede ajustar el grosor del corte, cortarmos rodajas de 2 mm de grosor. Reservamos.
En una cacerola de fondo grueso derretimos la mantequilla hasta que hierva y se forme espuma, la cual retiramos con una cuchara, debe quedar mantequilla pura. Así es como la receta misma dice que se debe trabajar con mantequilla clarificada, pero no seguí eso, simplemente herví la mantequilla hasta que formó espuma. Reservé unas 5 cucharadas de ella, que necesitaré para una etapa posterior. Añadimos las ramitas de tomillo o tomillo seco y una pizca de romero. Alejamos del calor.
Los gajos de patata comienzan a disponerse, empezando por el centro de la fuente, formando un círculo, seguido de un segundo círculo alrededor del primero y un tercero exterior. En el medio debe quedar un poco más alto que el resto de círculos. Espolvoreamos ligeramente con sal, pimienta negra recién molida y parmesano finamente rallado. También regamos con 2 cucharadas de la mantequilla reservada.
Encima de estos círculos cilíndricos, empezando de nuevo por el centro, disponemos una segunda capa de patatas, espolvoreamos con sal y pimienta, un poco de queso parmesano rallado y volvemos a rociar con un poco de mantequilla derretida. Seguimos poniendo una tercera capa de la misma manera.
Una vez que hemos terminado, colocamos el papel de horno, presionamos ligeramente y tapamos con una tapa. Llevamos al horno a 200 grados durante unos 30 minutos.
Luego retiramos las patatas del horno, quitamos la tapa y el papel y terminamos de hornear por otros 20 minutos o hasta obtener un bonito color dorado.
Retiramos del horno.
Utilizamos una espátula adecuada para pasar por los bordes, colocamos un plato de servir adecuado y damos la vuelta. Aquí hay que tener cuidado, ya que la sartén está esxtremadamente caliente.
Dejamos enfriar durante 10 minutos y servimos.
Estas patatas se pueden servir como plato principal acompañados de ensalada o como una buena guarnición de carne.
Las patatas Anna es una receta francesa clásica para plato de guarnición.
Fueron sugeridas por el chef francés Adolphe Dauglery, (alumno de Careme), propietario del restaurante Café Anglais de París, un restaurante líder en el siglo XIX, pero la receta en sí se remonta a la época de Napoleón III.
La historia cuenta que la receta lleva el nombre de la famosa actriz Anna Damiens (Anna Deslions).
La receta se elabora principalmente con mantequilla clarificada, sin más especias que sal y pimienta, pero ahora está disponible enriquecida con un poco de tomillo, una pizca o dos de romero y parmesano rallado.
En Francia se fabrican unas bandejas especiales de cobre que se llaman la cocotte a pommes Anna.
