Modo de preparación
Cortar las cebollas y pimientos frescos y sofreírlos en aceite de oliva a fuego medio.
Mientras tanto, pelar y cortar los tomates en dados y el ajo en rodajas finas. Dejar previamente en remojo el pimiento choricero y sacar la carne con un cuchillo. también puedes usar carne de pimiento choricero de los que venden en frascos.
Cuando la cebolla empiece a tomar un color ligeramente caramelo, agregue el ajo, y al cabo de 1 minuto los tomates con el jugo de tomate, el laurel y la carne de pimiento choricero. añada también las guindillas enteras. Vierta unos 100 ml de agua y sazone con sal. Cocine hasta que el liquido se absorba por completo y quede solo la grasa.
Asar el pescado en una sartén aparte con muy poco aceite y sal (si el bacalao es desalado, no ponga más sal, porque ya estará a su punto). Hazlo a fuego medio-alto, colocando el filete/o los filetes con la piel por debajo dos minutos, luego voltea por el otro lado por dos minutos más o dependiendo del grosor.
Separar el bacalao de la piel y picar en el sofrito ya preparado. Mezclar ligeramente, luego espolvorear con perejil recién picado (reservar un poco para espolvorear en el momento de servir).
Servir como entrante/pincho/tapa o delicioso aperitivo para untar acompañado de tostadas de pan. Se puede consumir tanto frío como caliente.
¡Disfrute de su comida!
Recomendación:
La piel del bacalao también se puede agregar cortada en el plato, es muy sabrosa. es preferible comprar siempre el pescado blanco con piel para conservar al máximo los jugos durante la cocción.
La salsa separada de la cocción del bacalao, mezclada con la poca grasa, también se puede verter en el ajoarriero terminado. Así el plato tendrá un sabor extra y una textura más cremosa por la gelatina del bacalao.