Modo de preparación
En un bol, batir el mascarpone con 4 cucharadas de azúcar y la nata agria hasta que quede suave.
En otro bol, montar la nata liquida con otras 4 cucharadas de azúcar en polvo.
Combinar las dos cremas y mezclar suavemente.
Fundir el chocolate blanco al baño maría y después de enfriarse un poco, mezclar con la esencia de ron y añadir a la crema. Remueve despacio y con cuidado hasta que la crema quede completamente homogénea.
Sumergir los bizcochos en la leche por un momento y colocarlos uno al lado de otro en un molde desmontable de modo que queden plantados como soldaditos y pegados a las paredes. Cubrir también el fondo del molde con bizcochos de soletilla, previamente mojados.
Extender la mitad de la crema sobre ellos. Golpear ligeramente sobre la mesa o encimera para dejar salir el aire. Disponer una segunda capa de bizcochos y untar con la crema restante.
Envolver con film transparente y colocar en el frigorífico durante unas diez horas.
Antes de servir, adornar la tarta de bizcochos de soletilla con fruta fresca - arándanos o frambuesas.
La tarta de bizcochos de soletilla está lista.