Modo de preparación
Pon las avellanas en un bol y vierte suficiente agua para cubrirlas. Déjalas así en remojo durante 6-12 horas.
Escurre las avellanas y colóquelas en un procesador de alimentos. Verter un poco de agua mineral y triturar durante unos minutos.
Con un poco de liquido, las avellanas se triturarán mejor. Una vez que hayan quedado bien molidas, agregue el agua restante y vuelve a triturar durante unos minutos más.
Cuele la leche de frutos secos preparada.
Guarde la leche de avellana en el frigorífico.