Modo de preparación
La sopa de ajo castellana es popular en toda España aunque es originaria de León y Zamora.
Se preparaba en tiempos de extrema pobreza, cuando las familias tenían pocos productos de la zona donde vivían, con los que podían crear esta nutritiva, reconfortante y deliciosa sopa.
También hay varias variantes según las capacidades de la familia y los gustos del cocinero que la elabora. Aquí tienes la receta clásica de la sopa castellana de ajos.
Pelar y picar finamente los dientes de ajo. Algunos también los cortan en rodajas finas. Se fríen en aceite de oliva hasta que liberen su aroma.
Se le añade jamón picado o troceado (las familias más pobres no ponían nada de carne/jamón en la mayoría de los casos). Se fríe todo durante unos 5 minutos y se retira del fuego. Se agrega el pimentón dulce y ahumado y se revuelve por no más de 30 segundos.
Vierta el caldo o el agua, sazone con laurel y pimienta negra, y deje hervir la sopa durante 20 minutos con la tapa puesta.
Cuando esté lista, casca dos de los huevos y remueve. escaldo los otros dos huevos directamente en la sopa, pero me gustan enteros. Si va a servir a más personas, ponga tantos huevos escalfados enteros como personas haya en la mesa.
Otra manera muy bonita es separar las claras de las yemas de todos los huevos y poner solo las claras en la sopa caliente, removerlas para que queden cortados en hilos, y antes de servir poner una yema encima de cada plato. Todos revuelven su tazón y su sopa se vuelve ligeramente cremosa.
El pan se tuesta con un poco de aceite de oliva y también se pone en la sopa. Por lo general, se deja ablandar y remojar por dentro, pero me gusta más crujiente y no espero a que se deshaga. Y les diré otra opción sobre el pan. Se suele freír al principio junto con el ajo y se deja hervir en la sopa, lo que lógicamente hace que quede un poco blando. Tú eliges cómo te gusta más.
¡Buen provecho!