Modo de preparación
Para esta ensalada deliciosa y fácil, la remolacha tomará la mayor parte del tiempo. Tenemos que asarla, para ello la cepillamos bien con un cepillo de cocina para quitarle la suciedad, la lavamos sin pelarla, la untamos con aceite de oliva y sal.
Envolvemos la cabeza en papel de aluminio, apretando bien, y horneamos en horno precalentado a 190 grados durante aproximadamente 1 hora y 30 minutos, o hasta que al pincharla con un tenedor o palillo entre con facilidad.
Desenvolvemos el papel de aluminio con cuidado y cuando la remolacha se enfríe un poco, retiramos la piel y dejamos que se enfríe por completo.
Mientras tanto, calentamos 1/2 taza de agua y cuando hierva, la echamos sobre el bulgur, previamente lavado. Cubrimos el recipiente con una tapa y dejamos que absorba el agua y se enfríe.
Cortamos las remolachas en rodajas finas. Sazonamos el bulgur con aceite de oliva, sal y vinagre balsámico.
Cortamos los ajos en láminas finas o en trocitos pequeños, como más nos guste.
Para hacer la ensalada, colocamos una rodaja de remolacha, una o dos cucharadas de bulgur, queso y ajo (distribuidos uniformemente).
Cubrimos con otra rodaja de remolacha y disponemos así 4 discos por porción con su relleno uno encima del otro. En el último, solo desmenuzamos queso, un poco de ajo y espolvoreamos perejil.
Por último, rociamos con un poco de aceite de oliva y servimos.
¡Buen provecho!