Modo de preparación
Primero empieza a adobar los tomates verdes. Las haremos con un adobo caliente, gracias a lo cual estarán listos para consumir en cuanto se enfríen.
Elija tomates más pequeños o medianos. Córtalos por la mitad o en cuartos si son más grandes.
Espolvorea con una cucharada colmada de sal y otra de azúcar. Revuelva y déjelos por unas 3 horas, tal vez más. El objetivo es que los tomates suelten jugo.
Cuando el jugo se haya depositado en el fondo, retira los tomates y pesa el líquido. Agrega la misma cantidad de vinagre y vierte en una olla al fuego.
Tan pronto como la marinada hierva, coloque los tomates verdes adentro para que se escalden y absorban los sabores: dulce, agrio y salado.
Pasados los 5 minutos, retíralos con una espumadera y déjalos enfriar por completo.
Mientras tanto, pica finamente el ajo, las nueces y el perejil.
Vierta aceite de oliva sobre los tomates enfriados, agregue el ajo y el perejil. Mezclar bien.
Divida la ensalada en dos porciones, ponga mozzarella troceada entre los tomates (o bolitas enteras de mozzarella baby) y tal vez queso de Burgos sin sal.
Espolvorea con las nueces y más perejil si lo deseas.
Del mismo modo, puedes encurtir grandes cantidades de tomates verdes en frascos para el invierno. Los frascos se rellenan con aceite de oliva, se cierran y se guardan en un lugar fresco. Así siempre tendrás a mano una maravillosa ensalada de invierno.
Si lo tuyo es la ensalada de tomate verde, asegúrate de probar nuestras recetas de encurtidos de tomates verdes o estas recetas de tomates verdes en conserva.