Modo de preparación
Horno - 160 grados;
Molde de corona, bien engrasado.
Bizcocho:
Fundimos el chocolate con la mantequilla y reservamos.
En un bol batimos los huevos con el azúcar hasta que queden blanquesinos. Mezclamos con el chocolate fundido. Tamizamos la harina con el cacao y la levadura y la incorporamos a la mezcla de huevos y chocolate, revolviendo suavemente con una cuchara de madera.
Flan de queso:
Echamos la leche condensada en un bol. Agregamos la leche normal, los huevos ligeramente batidos, y el queso crema. Batimos a velocidad baja para homogeneizar los productos.
Echamos la masa de bizcocho en el molde, luego echamos la mezcla de flan muy lentamente.
Colocamos el molde en una fuente más grande con agua tibia (el nivel del agua debe llegar a 3/4 del molde).
Horneamos a 160 grados durante aproximadamente 1 hora. Pinchamos con un palillo para comprobar si está bien horneado (debe salir seco y limpio).
A continuación, retiramos el pastel del horno, lo dejamos reposar 10 minutos y luego lo sacamos de la bandeja con agua. Dejamos enfriar por completo. Para desmoldar, pasamos un cuchillo caliente por los bordes, luego colocamos encima una bandeja adecuada y le damos la vuelta con mucho cuidado.
El pastel imposible stá listo para servir.
Nota: Un pastel muy bueno y sabroso que se parece un poco a Kodrit Kadir. Durante el proceso de horneado, las capas se intercambiaron, la capa de flan de huevo cayó al fondo y el bizcocho subió a la superficie, y al darle la vuelta se obtuvo un bizcocho de dos capas: un delicioso y jugoso pastel de chocolate en el fondo y un flan encima.
Su otro nombre es flan Imposible. El postre es de origen mexicano y suele llevar caramelo, al que se le puede añadir si se desea.
Déjenme decirles amigos, para mí resultó no exactamente Pastel Imposible, sino Pastel Equivocado, porque lo hice muy tarde en la noche y tuve un día difícil con reuniones, conversaciones y para relajarme, me motivé por la noche para hacerlo. Todo iba genial, lo metí al horno, me hice un chocolate caliente y me senté y... vi que se me olvidó echarle el chocolate fundido, está ahí esperándome, pero ya... el bizcocho estaba en el horno y se le había cogido una costra ligera en la superficie.
No sabía que hacer, si tirarlo o sacarlo del horno y agregar el chocolate a pesar de todo. Y decidí arriesgarme y agregar el chocolate para ver que pasa. Lo dejé hornear el tiempo requerido (en mi caso fue exactamente 1 hora y 15 minutos), lo saqué a enfriar y lo olvidé por completo hasta la tarde del día siguiente. Lo desmoldé y quedó hermoso así que está comprobado que es dificil fallar con este pastel.