Modo de preparación
La taza que yo utilizé para medir es de 300 g.
Desplegamos las hojas de masa filo y separamos cada una por separado. Espolvoreamos cada hoja uniformemente con sémola y nueces trituradas.
Sostenemos la hoja de modo que con la ayuda del pulgar y el índice de ambas manos la doblamos como un acordeón, como si estuviera doblando una tela.
Previamente hemos engrasado la bandeja con aceite y después de enrollar la corteza la colocamos paralela a un lado, en posición vertical, para que se vean los pliegues en la parte superior. Así disponemos todas las cortezas.
Luego ponemos en un horno precalentado para hornear. Cuando el pastel esté horneado hasta que esté dorado pálido, retírelo. Espolvoream con el resto de las nueces trituradas y vuelva a colocar en el horno unos minutos más.
Mientras tanto batimos todos los ingredientes para la cobertura y vertemos con cuidado la mezcla sobre la masa filo horneada, cuidando de rellenar más entre los pliegues. Volvemos a meterlo en el horno y horneamos hasta que esté dorado.
Hacemos el almíbar poniendo el agua, el jugo de limón y el azúcar en el fuego hasta que espese y obtenemos un almíbar de color amarillo dorado. Cuando el pastel esté frío, echamos el almíbar caliente.
Esperamos a que el pastel turco almibarado se enfríe y absorba el almíbar, y luego servimos.