Modo de preparación
Calentar el agua para la masa a 37 ºC. Disolver la levadura y una cucharada de miel o azúcar en 50 ml de ésta.
Mezclar bien. No es necesario esperar a que salgan burbujas.
Tamizar la harina en un bol, mezclar con la sal y hacer un hueco en el medio. Vierta en él los 210 a 230 ml restantes de agua, la levadura y el aceite de oliva.
Amasar una masa suave y elástica. Forme una bola y déjela en un recipiente engrasado durante aproximadamente 1 hora o hasta que duplique o triplique su volumen. El bol debe estar cubierto con film transparente.
Dividir la masa leudada en 8-9 bolas y extender cada una directamente en la bandeja con los dedos engrasados para hacer un pan plano de focaccia pequeño. La bandeja debe estar cubierta con papel de horno. Se necesitan dos bandejas.
Pegar las aceitunas cortadas por la mitad, alternando verdes y negras según tu imaginación.
En un bol pequeño mezclar 30 ml de aceite de oliva, 20 ml de agua y dos pizcas de sal. Cepillar las focaccia con esta mezcla usando un cepillo de cocina. A unos se les ponen ramitas de romero fresco, a otros tomillo u orégano.
Dejar reposar los panes planos durante 20-30 minutos y luego hornearlos a 200 ºC durante unos 20 minutos.
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