Modo de preparación
Ponga los huevos rotos en un tazón grande y conveniente. Añádeles el aceite y el agua. Bate la mezcla durante unos minutos con un batidor de alambre.
Tamizar la harina y el polvo de hornear. Agréguela en porciones, revolviendo con una cuchara hasta que sea absorbida por los ingredientes líquidos. Ponga tres cucharadas de parmesano rallado, el jamón cocido cortado en cubitos y el queso, cortado en trozos pequeños.
Sazonar los productos con una pizca de sal (cuidado de no sobresalarlos, tenéis queso parmesano y el otro queso bastante salado) y una pizca de pimienta negra.
Homogeneizar todo muy bien.
Cubrir un molde oblongo para pastel con papel de hornear. Echar la mezcla preparada en el molde, nivelar y colocar los tomates cortados en trozos pequeños encima.
Hornear el bizcocho salado en el horno precalentado a 180 grados durante unos 40 minutos.
Siempre pruebe la cocción con un pincho de madera. Retirar el pastel horneado.
Cepíllalo inmediatamente con un cepillo humedecido en un poco de aceite de oliva.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
¡Cortarlo cuando esté bien frío! El bizcocho salado con tomate y queso está listo.