Modo de preparación
Ponga las semillas de chía, trigo sarraceno, lino, quinoa y mijo en una batidora de vaso eléctrica. Encienda la velocidad máxima para moler lo más fino posible.
Transfiera a un tazón, agregue la sal, las semillas de sésamo y el agua y mezcle hasta que se forme una pasta espesa. Si es necesario, agregue un poco de trigo integral u otro tipo de harina para lograr la consistencia de fácil formar y mezclar la masa integral.
Se pegará un poco de todos modos, así que no te preocupes.
Extienda una capa de film transparente sobre una superficie plana y coloque la masa sobre ella. En la parte superior, cubra con una capa del mismo tamaño de papel de aluminio y extiéndala con un rodillo hasta que quede delgada. Extiéndala en una corteza de 1-2 mm de espesor.
Retire la capa superior de film transparente y corte los crackers en forma redonda, lisa o rizada.
Recoja los restos, extiéndalos de la misma manera hasta que se agote la masa.
Disponga los crackers de semillas integrales en una bandeja forrada con papel de horno y lleve al horno a 200 grados durante 8-10 minutos. Vigílalos para que no se quemen. Por eso, es importante que sean del mismo grosor y que tu horno hornee uniformemente.
Cuando empiecen a tener un ligero bronceado, estarán listos. Solo los crackers bien horneados se vuelven realmente crujientes.
Algunos de ellos pueden explotar como burbujas, lo que los hace aún más interesantes y tentadores.
Deje enfriar y sirva con su crema de untar, mousse salado o dip favorito.
¡Buen provecho con estas sanos, deliciosos y crujientes crackers de semillas!