Modo de preparación
Limpiar el solomillo de cerdo de pieles y exceso de grasa en la superficie. Frotar con pimienta negra y dejar a temperatura ambiente durante 20 minutos.
Si se saca directamente del frigorífico y se empieza a cocinar, no podrá cocinarse de forma homogénea, sobre todo si el solomillo es más gordo.
Mientras tanto, calentar la mantequilla con una cucharada de aceite de oliva y poner la cebolla cortada en juliana fina. Añadir sal y dejar a fuego lento hasta que se ablande bien.
Deshuesar y rebanar los albaricoques. Añádelos a la cebolla junto con un poco de azúcar moreno. Si no están muy jugosos y no sueltan agua, verter un poco y cocinar hasta que estén blandos. También puede verter un poco de vino blanco o una gota de jugo de limón recién exprimido para una ligera acidez de la salsa.
Retire del fuego y triture. Para diluir, puedes agregar agua y un poco de aceite de oliva.
Precalentar el horno a 200 grados.
Calentar una sartén antiadherente a fuego alto. Rocíe con aceite de oliva y dore el solomillo de cerdo hasta que adquiera un bonito color dorado. Hacia el final del, espolvorear el aromático romero.
Transferir inmediatamente a una bandeja forrada con papel de hornear, con los bordes sobresaliendo de la bandeja. Doblarlos sellando la carne, pero sin que el papel se apoye sobre ella. Antes de cerrarlo, rociamos un poco de aceite de oliva.
Meter inmediatamente en el horno y hornear por 15 minutos. El tiempo también depende del grosor del solomillo, así que si es más delgado, reduzca el tiempo, o si es más grueso, auméntelo.
En cualquier caso, no te preocupes aunque quede un poco rosado por dentro, no hay problema porque luego se puede cortar en rodajas gruesas y sellar en segundos por cada lado a la perfección.
Mejor así que cocinar demasiado y secar el cerdo asado.
Es importante, después de sacar la carne del horno, dejarla reposar 7-8 minutos sin cortarla. De esta forma se conservan sus jugos y queda tierna y jugosa.
Servir con la deliciosa salsa de albaricoque y espolvorear con sal Maldon gruesa en escamas. Esto crea un contraste entre dulce y salado en el plato de solomillo de cerdo con albaricoques que es muy agradable.
¡Buen provecho!