Modo de preparación
Cocer la calabaza en agua ligeramente salada, escurrir y hacer puré.
Calienta la leche con el azúcar a fuego medio hasta que se derrita y agrega el queso philadelphia. Revuelve hasta que se disuelva y se obtenga una crema espesa y homogénea (¡cuidado! Si tu calabaza es muy dulce, reduce la cantidad de azúcar).
Agregue dos pizcas de canela al puré de calabaza y viértalo sobre la mezcla de queso. Alejar del calor.
Hidrata la gelatina según las instrucciones del paquete y disuélvela en la mezcla tibia, casi caliente pero no hirviendo.
Verter en cuencos o moldes de flan y una vez que estén completamente fríos, refrigerar durante al menos 4-5 horas.
Antes de servir, prepare la adición crujiente al postre triturando las galletas en trozos grandes, agregando las pipas de calabaza (crudas), avena, azúcar, miel y mantequilla a temperatura ambiente (blanda).
Mezcla bien todos estos ingredientes y hornea en un horno precalentado a 200 grados durante 6-7 minutos. Deje enfriar y decora el postre de calabaza con el delicioso crocante.
Adorne con caramelo líquido. ¡Buen provecho!