Modo de preparación
Trituramos las galetas, las ponemos en un bol y agregamos la mantequilla derretida (100 g). Removemos hasta obtener el aspecto de arena mojada.
Echamos las galletas en molde de tarta desmontable, forrado con papel de hornear. Presionamos con el reverso de una cuchara y guardamos en la nevera durante unos 30 minutos.
Ponemos las frutas congeladas en una cacerola junto con 75 g de azúcar. Llevamos al fuego y removemos hasta que se derrita el azúcar (a fuego lento). Agrehamos el licor.
Hidratamos la gelatina en 5-6 cdas de agua, luego la echamos en la cacerola con las frutas y mezclamos bien. Las frutas no deben estar hirviendo. Dejamos enfriar.
Montamos la nata hasta que quede cremosa.
Batimos el mascarpone con el queso crema a velocidad media. Agregamos poco a poco el azúcar y la nata. Luego ponemos también 2/3 de la fruta y removemos ligeramente.
Echamos la mezcla en el molde, alisamos la superficie y cubrimos con la fruta restante (también podemos poner la fruta en el medio de la tarta).
Guardamos en la nevera por un minimo de 3 horas.
Al servir, podemos espolvorear el cheesecake con azúcar en polvo.
Esta tarta de queso italiana con mascarpone y fruta es realmente maravillosa.
Nota: Las frutas liberan mucho jugo pero no pasa nada porque luego este jugo cuaja gracias a la gelatina, sobre todo si se deja en la nevera.
He utilizado galletas Petit- Beurre.
De fruta yo puse cerezas y guindas congeladas + fresas frescas.