Modo de preparación
Para empezar aclararé que esto NO es un lava cake ni un volcán de chocolate con centro líquido como comúnmente se cree que es el soufflé de chocolate.
De hecho, es un soufflé como cualquier otro: a base de claras de huevo montadas y es esponjoso y aireado, como debe ser un soufflé de verdad.
Desgraciadamente, en la cocina, o mejor dicho, en los restaurantes, a menudo se confunden conceptos, y en general se aceptan nombres y conceptos erróneos sobre postres y platos.
Bueno, si esperas un centro líquido, aquí no lo hay, sino es un pastelito de chocolate muy esponjoso y tierno: un auténtico soufflé sin harina, sin mantequilla, sin levadura química.
Quizás la única similitud con el lava cace es que, al igual que este, se sirve caliente y se acompaña con una bola de helado de vainilla.
Hacer un soufflé exitoso requiere habilidades culinarias básicas, trabajo cuidadoso y precisión.
En primer lugar rallamos el chocolate y lo fundimos al baño maría junto con agua y vainilla a una temperatura de 50 ºC.
Por otro lado, batimos las yemas (4 unidades) y las mezclamos con el chocolate fundido hasta obtener una mezcla homogénea.
Cogemos un bol limpio y seco y en él montamos las claras (5 uds) con una pizca de sal, y poco a poco añadimos 50 g de azúcar. Deberíamos conseguir nieve espesa y esponjosa.
El momento más importante de cualquier soufflé es la unión de las dos mezclas, es decir, debemos introducir las claras en el chocolate y las yemas para que queden lo más esponjosas posible. Para ello, primero ponemos la mitad de ellos y mezclamos suavemente con una espátula con movimientos de abajo hacia arriba. Después de que se hayan incorporado, agregamos la mitad restante de las claras de huevo esponjosas. Mezclamos según el mismo principio.
Repartmos la mezcla en 6 moldes para soufflé previamente engrasados y espolvorear con azúcar en cristales. Aquí diré que espolvoreé impulsivamente cacao como con el pastel de lava, pero esto no está bien.
El horno debe precalentarse a 200ºC.
Horneamos el soufflé durante unos 18 minutos hasta un máximo de 20.
Para obtener resultados perfectos, verifique con un termómetro de cocina que el termostato de su horno esté en los grados correctos. Esto es importante para que los bizcochitos no queden crudos o por el contrario muy secos.
Servimos el soufflé de chocolate auténtico mientras está caliente, espolvoreado con cacao si lo desea y, por supuesto, una bola de helado de vainilla.
¡Buen provecho!