Modo de preparación
La carne de buey es cada vez más valorada y dificilmente encontrada en el mercado. Si no encuentras chuletón de buey, la opción es el chuletón de vaca, que también es muy bueno. De todas formas, en cuanto tengas una pieza de calidad, no dudes en prepararla de esta forma. No necesita especias ni condimentos, porque en sí misma la carne es muy sabrosa. Solo hay que prepararla adecuadamente y la mejor opción es la parrilla, barbacoa o brasa.
La primera regla importante es que las chuletas tengan un grosor de 3 a 3, 5 cm, cada una, con un peso de 900 gramos a 1 kg. Son enormes y por lo general una es suficiente para dos personas.
La carne debe dejarse a temperatura ambiente durante unos 40 minutos a una hora. Mientras tanto, prepara el fuego y espera a que se tranquilicen las llamas y solo queden las brasas ardiendo.
Coloca la rejilla de la parrilla en el nivel más bajo y, si todavía esta ardiendo mucho, posiciona en el nivel medio.
Coloque los chuletones y déjelos asar durante 5-8 minutos, dales la vuelta y agregue sal gorda por el lado que ya está dorado. Cocine por el mismo tiempo. En un principio, nunca se sala por el lado que está por asar, para no resecar la carne. Sin embargo, algunos cocineros ponen la sal antes de colocar a la parrilla con objetivo de obtener una costra más dura, crujiente y sellar mejor la carne.
En cuanto los chuletones estén dorados por ambos lados, les damos la vuelta de nuevo por unos segundos, luego pasamos a un plato para servir directamente.
El resultado ideal es un chuletón bien bronceado y doradito por fuera, cuando se corta tiene un interior rosa y rojo en el centro. Parece crudo, pero no lo es exactamente. Es que si asamos demasiado, perderemos la textura, sabor y la ternura de este tipo de carne.
Servir inmediatamente y comer caliente. Una buena guarnición serían las verduras guisadas o asadas, las patatas al horno o fritas, así como la ensalada fresca. En Pais Vasco y Navarra a menudo se serve con pimientos del padrón fritos.
El chuletón de buey a la parrilla es un auténtico lujo, ¡pruébalo!