Modo de preparación
Precalentar el horno a 170 grados. Preparar una bandeja plana forrada con papel de hornear.
Las avellanas se deben picar en trozos grandes y tostar. En un tazón, mezclar el espresso, la leche fresca, el huevo y la vainilla. Batir con un batidor de alambre.
En el bol de la batidora, batir la harina y el azúcar, la soda, el polvo de hornear, la sal y todas las especias secas a fuego lento para mezclar bien. Añadir poco a poco la mezcla líquida y batir, añadiendo las avellanas y el chocolate y formando una masa muy pegajosa.
Retirar de la batidora y colocar sobre una superficie muy enharinada. Se parte en dos partes iguales y con las manos enharinadas se le da forma de cilindro de 25 cm de largo por 5 cm de ancho, se coloca en una bandeja forrada con papel de hornear, con una distancia entre los dos cilindros de unos 5 cm.
Hornear a 170 grados durante unos 35 minutos con un ventilador. Una vez listas las barras, déjalas 10 minutos en la bandeja y luego sácalas y enfríalas sobre una rejilla. Cuando estén fríos, córtalo en diagonal de 2 cm de grosor con un cuchillo muy afilado y dentado.
Las rebanadas de biscotti se colocan planas y se hornean durante 5 minutos para que se sequen y queden crujientes, luego se les da la vuelta y se hornean de nuevo durante 5 minutos.
Nota: la receta original usa clavo molido, pero lo reemplacé con nuez moscada. Hornee en un ventilador. Las galletas se almacenan durante mucho tiempo en una caja herméticamente cerrada.
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Los italianos usan el nombre Biscotti para una galleta larga y curva y originalmente se usaba y estaba destinado a mojarse en vino o café. Su nombre proviene de Bis - que significa repetir dos veces y Cotto - galleta y siempre se hornea o se hierve.
Algunas galletas tienen mantequilla, pero esta tiene principalmente ingredientes secos. Como característica, siempre tiene forma de diagonal y siempre se hornea dos veces para que quede tostada y seca y con un alarga duración.
Los biscotti de capuchino están listas.