Modo de preparación
Tamizar la harina en un bol y hacer un hueco en el medio. Verter en él el agua, con el azúcar disuelto en ella (ligeramente templada a temperatura corporal).
Desmenuzar la levadura en el medio al lado del agua, mezclar suavemente con los dedos para disolverla y cubra el recipiente con un paño. Deje reposar durante 5-10 minutos.
Calentar el aceite de oliva a fuego medio, debe estar caliente pero no humeante. Viértalo al lado, no en el hueco con la levadura fermentada.
Amasar con los dedos una masa compacta y apenas comience a separarse de las paredes del bowl, pasarla a una superficie enharinada y amasar hasta que deje de pegarse y se vuelva elástica. Hacia el final del proceso, agregue la sal, poco a poco.
Formar una bola y colocarla en el bol que has engrasado previamente. Tapar y dejar crecer durante 20 minutos en un horno precalentado a 45 grados.
Esta masa subirá muy rápidamente debido a la grasa caliente que agregamos y también debido a la adición de la sal en una etapa posterior.
¡Usa la masa para hacer tus pizzas favoritas con el relleno de tu elección!
¡Buen provecho!