Modo de preparación
Limpiar los jarretes del exceso de piel y hacer 1-2 cortes transversales en cada una de las carnes para que absorba mejor los sabores y se cocine más rápido.
Frote las piernas con pimienta negra, romero, hierbabuena y un poco de sal. Colócalas en una sartén y cubre con parte del aceite, la mitad del vino blanco y la misma cantidad de agua. Encima y a los lados disponer las ramitas de menta y ajo sin pelar los dientes, simplemente presionarlos para aplastarlos ligeramente.
Introducir en el horno precalentado a 200 grados y hornear durante 20 minutos, luego dar la vuelta durante el mismo tiempo por el otro lado. Reduzca el horno a 180 grados y hornee los jarretes durante aproximadamente 1 hora y 20 minutos, agregando el resto del vino blanco y más agua en la mitad de este tiempo. También es una buena idea envolver en papel de aluminio para evitar que la carne se seque.
Cuando te queden 20 minutos del tiempo indicado, comienza con el arroz. Picar la cebolla y sofreírla en el aceite restante con una pizca de sal. Tan pronto como se ablande y comience a broncearse, agregue inmediatamente las espinacas, descongeladas, escurridas del agua y picadas. Freír brevemente y poner el arroz, previamente lavado del almidón. Revuelva hasta que se vuelva cristalino y vierta agua: 2.5 partes de líquido por 1 parte de arroz. Tenga en cuenta el resto de la salsa para asar.
Vierta el arroz sobre los jarretes de cordero de las que ha quitado las ramitas de menta. Distribuya uniformemente y, si lo desea, espolvoree más ajo y pimienta negra, así como ajuste la sal.
Hornee hasta que el agua se absorba por completo, unos 25 minutos. Me gusta mi arroz más firme y los granos separados y enteros, no pastosos. Si te gusta más pastoso, puedes añadir un poco más de agua.
Después de sacar del horno, cubra el cordero con arroz con el papel de aluminio y cubra con una toalla. Deje reposar durante 10 minutos antes de servir.
¡Disfrute de su comida!