Modo de preparación
El churrasco de cordero se frota con pimienta negra, azúcar moreno y un poco de sal. Se deja en el refrigerador durante aproximadamente una hora, luego se cubre con cerveza y se deja reposar durante otras 2-3 horas.
El horno se precalienta a 160 grados. Las costillas se transfieren junto con el líquido en una sartén engrasada lo suficientemente grande como para contener el arroz después.
Se envuelven con papel de aluminio y se hornean así a fuego lento durante 2 horas. Si el líquido se reduce, agregue agua, no pongas más cerveza. Simplemente, se debe cubrir el fondo con 1 dedo de líquido para cocinar bien la carne y que quede tierna.
Depende de su edad y calidad, por lo que el tiempo de horneado puede variar. Estará lista cuando se deshaga fácilmente del hueso.
Las cebollas y los puerros se pican y se fríen en grasa con un poco de sal hasta que estén tiernos. Se añaden los champiñones limpios, y pasados 2 minutos se agrega el arroz y se remueve hasta que se ponga cristalino. Sazone con pimienta negra y jengibre, agregue sal al gusto y transfiera a la bandeja alrededor del churrasco.
Queda líquido y grasa del asado, que es muy aromático y le va a dar mucho sabor al arroz. El agua se agrega de acuerdo con los requisitos de proporción del tipo de arroz utilizado.
Si el churrasco al horno está dorado por encima, se voltea para cocinar por el otro lado.
Se hornea durante unos 25 minutos (a 180-200) grados sin el papel aluminio, hasta que se absorba todo el líquido.
El plato terminado de hacer se deja reposar durante 5-10 minutos, tapando la bandeja.
El churrasco de cordero al horno con arroz y champiñones se sirve inmediatamente.
¡Buen provecho!