El valor nutricional de los champiñones no es inferior al de las demás verduras. La parte predominante de ellos es agua, pero contienen alrededor del 3 por ciento de proteínas en las que se encuentran casi todos los aminoácidos beneficiosos digeridos por el cuerpo.
Los champiñones, hongos y setas tienen un bajo contenido de hidratos de carbono, no contienen nada de almidón, por lo que son recomendables para personas con problemas de peso. Contienen sales minerales importantes para el organismo: potasio, fósforo y cobre, así como vitaminas A, B, C y otras.
Los más deliciosos y fragantes son la setas y champiñones frescos, que, sin embargo, deben limpiarse a fondo antes de someterse a un procesamiento culinario.
Un truco comprobado es limpiar los champiñones entre sí. Los champiñones más jóvenes se frotan a fondo entre sí hasta que se eliminen todos los rastros de suciedad. Puedes limpiar la suciedad más rebelde con papel de cocina o un paño húmedo.
La suciedad se puede eliminar espolvoreando los champiñones con 2 cucharadas de harina y echando un poco de agua, luego se frotan eliminando todo rastro de impurezas, tierra, etc..
Los champiñones limpios no se pueden conservar demasiado tiempo, por lo que te sugerimos que cocines para tu familia champiñones rebozados, sopa de champiñones, o arroz con champiñones.